Serendypia

Hoy hace dos años que nació Serendypia. El 11 de julio de 2019 vio la luz serendypia.com con sus primeros artículos publicados.

Pienso que es bonito celebrar las fechas importantes de nuestra vida. Aquellas que marcan un punto de inflexión, un antes y un después. 

De la misma manera que el día de nuestro nacimiento celebramos nuestro cumpleaños, me parece bonito prestar especial atención a los días bonitos de nuestras vidas y celebrarlos de manera especial.

El “nacimiento” de Serendypia fue uno de ellos. Y el 11 de julio se convirtió en una fecha aún mas especial si cabe el año pasado, cuando celebré el primer aniversario de este proyecto tan especial rodeada de las personas más importantes de mi vida. Fue muy mágico. Quedará para siempre en mi memoria.

Me hubiera gustado poder hacer algo similar este año, pero a la primera dificultad que se puso en mi camino, decidí frenar el proceso. Sentí que este año no tenía que ser. Quizás otro año pueda ser.

Serendypia es terapéutico

Serendypia soy yo. Tal cual. Es mi proyecto personal terapéutico y sanador. De la misma manera que me está regalando muchas cosas, me encantaria poder ayudar a algunas de las personas que se enredan en sus artículos a tomar conciencia de algunos aspectos de la vida. Como a mi me ayudan otros artículos, videos y podcasts. Quizas sea muy pretencioso. De momento, me siento feliz y agradecida con lo que supone para mí.

Me da cierto apuro y pudor mostrar Serendypia a personas que acabo de conocer. Porque entrando en la web siento que se me descubre por completo. No hay secretos. Aparece todo lo que soy y/o me gustaria ser.  Siento que me desnudo totalmente ante quien me lee.

Es cierto que quizas haya algun que otro filtro en algunos de mis artículos. El de cuidar las palabras y el que autoimpongo a mi ego, ya que soy consciente que no tiene la razón que desea tener. Pues cada cual tienes sus razones. Y pensar que la mía es “la cierta” sería puro narcisismo. 

Cierto es que a veces puede parecer que hablo sobre verdades absolutas. Pero no es así. Porque no existen en este terreno. Cada cual tiene la suya. En todo caso, sí que es cierto que hablo sobre Mi Verdad. Que no tiene porqué ser la tuya.

Pasé mi infancia y mi adolescencia presenciando a diario discusiones a gritos entre mi madre y mi abuelo por temas insulsos en el que los dos luchaban por tener la razón. Que si las patatas estaban mas saladas ayer que hoy, que si aquel dijo esto o aquello… Era bastante insoportable. Creo que me sirvió para tomar conciencia de que cada cual tiene su razón. Y no vale la pena discutir sobre ello.

Aunque confieso que a veces se me olvida y aparece en mí esa parte de mi madre y mi abuelo y me veo a mí misma enzarzada en discusiones a grito pelado que acaban conmigo llorando. Como le pasaba a mi madre. ¿Qué curiosa lq vida, no? Aún sabiendo lo que no queremos, no debemos hacer y no nos gusta hacer, caemos de cuatro patas, como niños.

La espiritualidad como parte del desarrollo

Serendypia es el reflejo de mi crecimiento personal. De mi toma de conciencia. Es cierto que podria tener un punto mas “espiritual” pero creo que me alejaría de esta terrenalidad en la que estamos viviendo.

El camino del desarrollo personal no tiene porque tener el componente añadido de la espiritualidad. Aunque quizás esté implícito y no todos somos conscientes de ello.

¿A qué me refiero? Para mí, la espiritualidad supone adquirir como propias una serie de creencias que no se pueden demostrar “a priori”. Evidentemente, sí que son demostrables con la práctica porque, tomando como base ciertas creencias comenzamos a ver el mundo y la vida de otra manera, y todas las piezas comienzan a encajar a partir de esas creencias, a traves de las que construimos nuestros propios paradigmas. Presenciar esto en nuestras vidas nos ayuda a volver a creer en la magia.

Las religiones se basan también en creencias que las personas hacen suyas e integran en su vida diaria. ¿La diferencia entre las religiones y la espiritualidad? Que la primera, en general, trata de controlar a sus seguidores a través del miedo y el poder. En cambio, la segunda te da libertad para construir tu aquello en lo que crees a partit de tus propios “gurús” o “maestros”. La espiritualidad nos empodera. La religión «viene dada». La espiritualidad nos la construimos nostros mismos. Toda la información está publicada en libros, internet… y cada cual, segun su propia “necesidad”, va a parar a uno u otro autor construyendo «a medida» la “base” en la que se fundamenten sus creencias y su vida..

La importancia de la toma de conciencia

Hace unos dias una amiga de veintipocos años me explicó que había solicitado una lectura de registros akashicos con un terapeuta. Algunas de mis amigas hacen terapia y me hablan sobre ellas; y observo con satisfacción sus propias evoluciones. Es curioso cómo recientemente estoy conociendo a personas dispuestas a descubrirse con la ayuda de algún profesional que las guíe. Me encanta observar como cada dia tanto las terapias más «terrenales», como las más «espirituales», se están integrando en nuestra sociedad. 

Necesitamos seguir aumentando nuestro nivel de conciencia. Así conseguiremos generar relaciones sanas y conscientes. Sin sufrimiento. Sólo fundamentadas en el amor, la confianza y la comprensión. Relaciones de todo tipo: de pareja, entre padres y hijos, entre amigos… Estoy convencida de que cada vez las relaciones conscientes seran más frecuentes. Porque individualmente somos mas conscientes.

Pero ganar conciencia es una eleccion de cada cual, está claro. Cada uno de nosotros somos responsables de nuestra propia evolución y/o de nuestro “estancamiento”.  Tenemos el poder para elegir. Siempre. Somos nosotros quienes creamos nuestro propio camino. El destino no está escrito. O mejor dicho, tenemos miles de destinos escritos y somos nosotr@s y nuestras decisiones más o menos conscientes quienes vamos generando nuestro destino.

La importancia de la cultura en la vida

Serendypia es también reflejo de mi pasión por la cultura: por la música, por el teatro y por los musicales. La cultura está plenamente ligada al desarrollo personal. Ayuda a la evolución del subconsciente colectivo de la sociedad.

La cultura abre nuestra mente y nuestra alma. Necesitamos que se hable más de ella. Integrarla aún más en nuestra sociedad, especialmente en las personas más vulnerables. Para que contribuya en su evolución.

Personalmente, necesito la cultura en mi vida para alimentar mi alma. Y me encanta compartir mi pasión con aquél a quien le apetezca.

Gracias por estar

Aprovecho estas lineas para agradecer el apoyo a Serendypia a todas y todos los que leéis y habéis leido alguno de mis articulos. Gracias por aceptarme y respetarme. Espero haber sido de utilidad en algun momento. Gracias tambien a mis “fuentes de inspiracion”, aquellos que formais parte de mi vida diaria y me hacéis de “reflejo” ayudando a que aparezcan mis luces y mis sombras y contribuyendo a mi evolución y a mi sanacion. 

Gracias tambien al Mar, frente al que estoy escribiendo este articulo la mañana de hoy, 11 de julio, por ser siempre mi refugio y mi espacio de paz. Por estar siempre presente y disponible y por ayudarme a sanar cuerpo y alma. Y al Sol, por iluminar mis días y recordarme que siempre está emitiendo su luz, aunque veamos el día gris.

Todo lo que nos ocurre en la vida son aprendizajes, y seguiremos aprendiendo y evolucionando si así lo decidimos. Yo me comprometo a seguir compartiendo en Serendypia este proceso en mi propio camino. Gracias por estar.